Era uno de mis retos para este verano, hacerme la travesía de La Meije todo de primero.
Las ultimas semanas no estaban dejando de hacer largas actividades, por el tiempo, y nos dedicábamos simplemente a escalar mientras esperábamos a que mejorasen las condiciones y claro esta, tuviesemos libre del trabajo. Entonces llego "el momento", el pronostico de la meteo nos daba una ventana de 4 días de buen tiempo.
Dicho y hecho, el 30 de Julio a la mañana estábamos en teleferico, nos bajamos en el cambio de telefericos (2.400m) y comenzamos a andar atravesando todo el Vallon de la meije hasta llegar a pie del glacier des Enfechores.
Desde lejos parece imposible que se pueda "caminar" en esa arista empinada, pero cuando te encuentras a pie de ella, se puede intuir el camino de ascenso. La vista hacia el valle es genial, sin darte cuenta después de 2h, te encuentras poniéndote los crampones para entrar en el Glacier des Enfechores, con dirección a la Breche de la Meije a 3.200m.
El glaciar se encuentra bastante abierto, con lo que decidimos alargar la cuerda entre nosotros. El acceso desde al glaciar a la Brecha es un poco complicadilla, hay mucha piedra suelta y no sabes a que agarrarte, llega un punto en la que te gustaría pesar menos que una pluma, para poder subir al siguiente gran bloque, sin que esta se mueva. Una vez pasamos la Breche de La Meije la bajada tampoco es tan simple como lo suele ser en invierno, destrepes aéreos con un rapel de unos 15 m al final. Desde aquí derechos bajamos al Refuge Promontoire. 3.092m.
A la mañana siguiente, salimos media hora antes de que amaneciese, no me apetecía perderme en la oscuridad en esa pared. Y comienza la ascensión al Gran Pic de la Meije. La escalada en si es sencilla, vamos con botas de alpinismo, en toda la vía el paso mas duro es de 4c A veces en cuerda corta, otras hacíamos mini largos o largos enteros, todo dependía del terreno. Por lo contrario la dificultad de esta vía consta en encontrar el buen camino, aunque teníamos mucha información sobre ella, siempre hay algo en tu interior, en la que te hace estar en guardia, no te puedes despistar, los "embarques" pueden ser motivo de llamar al helicóptero, (pero no hay señal para llamarlo!!!!)
Poco a poco, vamos encontrando el camino en ese gigante laberinto, es cuando te empiezas a dar cuenta de la magnitud de la aventura que tuvo que ser para Gaspard y Emmanuel. Por aquel entonces todavía no existía el rapel, utilizaron una cuerda de cáñamo de 20m para toda la actividad, no te quieres ni imaginar como fue su descenso, por el mismo itinerario.
La subida clásica y a su derecha toda la arista. |
Tuvimos muchas complicaciones con los rapeles y eso nos hizo perder mucho tiempo. Al final llegamos al refugio del Aigle a eso de las 21:30, 9 horas y media mas tarde desde que pisamos la cima.
En total fue una actividad de mas de 16 horas a mas de 3.800m.
Suerte que Laurence, la guardián del Aigle, nos dejo una cazuela llena de sopa y una lasaña tremenda en el horno, todos dormían cuando llegamos. Cogimos los pucheros y nos dedicamos a cenar en la terraza del refu, la noche increíble con la luna llena, podíamos ver las luces de los frontales, en la arista, de la gente que se había perdido por el camino. No me hubiese gustado estar en su pellejo!!!!!
A la mañana siguiente, fue la primera vez en mi vida en la que estando en un refugio, el único objetivo del día era descender del monte, con lo que degustamos el desayuno a 3.600m de nuestro "hotel 1000 estrellas". Y con mucha calma después de 4 horas estábamos en el coche.
Aqui os dejo unas fotos que no son de muy buena calidad pero con musica para que sea mas agradable y no os aburrais!!!!
Oléeeee. Muy tentadora actividad y mas con la redaccion que le has metido, chapeau y envidia cochina. Viva el Hotel de 1000 estrellas
ResponderEliminarDale un beso a Ida